La Cruz Roja calcula que existen más de cien millones de minas repartidas por todo el mundo y que más de 800 personas, muchas de ellas menores de edad, mueren cada mes por las explosiones de estas armas.

La peligrosidad de este armamento permanece incluso tras la conclusión de los conflictos bélicos, ya que la retirada de las minas es una labor costosa, lenta y peligrosa, y no siempre se realiza.

Ante esta situación, el Ejecutivo decidió restringir durnte un año, aunque la medida podría prorrogarse, la concesión de solicitudes para la exportación de minas terrestres.

La decisión había sido adoptada recientemente por la Junta Interministerial Reguladora del Comercio Exterior de Material de Defensa y de Doble Uso, compuestas por miembros de los ministerios de Asuntos Exteriores, Defensa, Interior, Economía y Hacienda e Industria, Comercio y Turismo.

UNICEF Y GREENPEACE

Con esta medida, el Gobierno cumple los mandatos de Naciones Unidas relativs a la exportación de este tipo de armamento y satisface las peticiones formuladas desde organismos y asociaciones internacionales, como Unicef y Greenpeace.

Según Greenpeace, España es uno de los doce países que más minas producen en el mundo, merced a la actividad del grupo empresarial Expal (Explosivos Alaveses S.A.), empresa vinculada a Unión Española de Explosivos S.A. del grupo Ercros.

Esta organización mantiene que minas fabricadas en España se han utilizado en los conflictos armados que efrentan a Marruecos con el Frente Polisario, en Mauritania y en la guerra entre Irán e Irak.

También Unicef en el informe "El progreso de las naciones 1994" citaba a España como uno de los países exportadores de minas terrestres.