La vicepresidenta primera del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, se reunió en Rabat con el primer ministro de Marruecos, Driss Jettú. La situación en Oriente Próximo centró buena parte de la reunión y a ella se refirieron ambos después en la rueda de prensa conjunta.

Fernández de la Vega subrayó que España trabaja desde el primer momento por un cese de la violencia, y a ello responden las gestiones emprendidas por el ministro de Asuntos Exteriores, Miguel Angel Moratinos, ante todos los países de la zona, también ante Siria.

A partir de un alto el fuego, dijo la vicepresidenta junto a Jettú, y también junto al propio Moratinos, que había asistido a la reunión, debería llegar un diálogo político "con todas las partes".

Con estas palabras la vicepresidenta respondía implícitamente a la secretaria de Estado estadounidense, Condoleeza Rice, que ha juzgado "grotesco" el intento de implicar a Siria en una solución al conflicto.

Después de intercambiar unas palabras con Moratinos, la vicepresidenta añadió en la rueda de prensa que la propia Rice telefoneó al ministro español para expresar su satisfacción por las gestiones ante Siria.

El primer ministro marroquí se mostró especialmente duro al condenar "enérgicamente" en nombre del rey, Mohammed VI, "la agresión que está sufriendo Líbano", sin hacer mención alguna a los ataques de Hezbolá.

Jettú expresó su convicción de que es necesario un alto el fuego en la zona para un posterior diálogo que implique "a todos los países interesados en el proceso". "No tiene que haber exclusión de ninguno si queremos una solución", sentenció el mandatario marroquí.