ESPAÑA LOGRA EN BRUSELAS EL VETO A LOS AJOS ASIATICOS

- gricutura consigue que se suspendan las importaciones durante 9 meses

MADRID
SERVIMEDIA

España ha conseguido el visto bueno de Bruselas para impedir que las importaciones a Europa de ajos asiáticos procedentes de Taiwan y Vietnan acaben con el medio de vida de unas 10.000 familias, sobre todo de Castilla-La Mancha y Andalucía, cuyas explotaciones les reportan unas rentas de entre 9.000 y 11.000 millones de pesetas al año.

Según ha informado el Ministerio de Agricultura, la ComisiónEuropea ha accedido a las presiones del Gobierno español para que acepte un veto a las importaciones de ajos procedentes de Asia, cuya masiva entrada en los mercados europeos con precios más baratos estaba poniendo en peligro las explotaciones españolas.

La medida de salvaguerdia adoptada por Bruselas, supone que no se extenderán nuevas licencias de importación de ajos procedentes de ambos países durante la campaña de comercialización, que ha de finalizar el 31 de mayo del año que viene.

El motiv de la solicitud elevada a Bruselas, según la Administración española, está en el elevado volumen de solicitudes de importación de ajos a Europa que se había planteado desde las áreas del Medio y Extremo Oriente, con una diferencia de precios respecto a los europeos que amenzaban claramente la estabilidad del sector en la Comunidad y concretamente en España.

De hecho, existe la sospecha de que buena parte del ajo que deseaba entrar en Europa procedía de China, en un supuesto intento de eludir una cláuula de salvaguardia vigente desde el 2 de junio al 31 de agosto de este año, ya que las zonas de las que procedían las importaciones no son exportadoras habituales.

PRECIO BAJO

Además, suponen una seria amenaza en precio, ya que se estaba ofreciendo el ajo importado a un precio en frontera de 75 a 80 pesetas por kilo, debido al bajo coste de la mano de obra, mientras que el ajo comunitario venía estando a unas 200 pesetas por kilo,.

Para evitarlo, la Comisión ha optado por vetar el grueso de ess solicitudes, concretamente las de Taiwan y Vietnam, que suponen el 75 por cien de todas las presentadas. Asimismo, la Comisión y las autoridades españolas asumen el compromiso de vigilar estrechamente las importaciones de este producto, para detectar cualquier desviación de ajos procedentes de esas áreas a través de otros canales.

El interés de España por la medida finalmente adoptada en Bruselas responde a que la Península Ibérica concentra el 70 por cien de la producción de ajo en la Unión Europea y a que la acumulación de las solicitudes de información habían empezado a afectar seriamente al sector agrario.

De hecho, al inicio de la presente campaña 94/95 no ha habido prácticamente operaciones y las llevadas a cabo lo han hecho con unas cotizaciones iniciales para el ajo en rama de entre 60 y 70 pesetas por kilo, cuando sus costes de producción están entre las 95 y 100 pesetas, y a pesar de que la producción de este año ha descendido un 10 por cien en España, lo que ayudaba a esparar precios ás altos.

El problema de la producción de ajo en España estriba en que la mayoría de las 10.000 explotaciones familiares que hay en el país, concretamente en Castilla-La Mancha y Andalucía, se encuentran en zonas desfavorecidas, lo que supone una seria dificultad para sustituir este tipo de cultivos por otros.

Además, se trata de un sector con un volumen considerable, ya que abarca un total de 30.900 hectáreas de cultivo de ajo, y supone para las familias que viven de él unas rentas de entre 9.00 y 11.000 millones de pesetas al año.

(SERVIMEDIA)
25 Ago 1994
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