Dichas proyecciones estiman que España cerrará 2008 con un 8,3% de desempleo, frente al 8% actual, siendo superada únicamente por Eslovaquia, con un 9,5%, e incrementando el diferencial actual con la UE en seis décimas, al pasar del 1 al 1,6%.

De hecho, la media de la UE pasará de un 7,0% en 2007 a un 6,7% durante el ejercicio actual. En los nuevos países miembros de la Unión, la reducción del paro será bastante más acusada, de modo que el promedio de estos países bajará a un 6,8%, cifra totalmente en línea con la media del conjunto de la UE.

Por detrás de España y Eslovaquia aparecen Francia (8,2%), Grecia (8,0%), Portugal (7,9%) y Alemania (7,6%). En Polonia la tasa de desempleo bajará al 7,5%, mientras que Bélgica se situará en un 7,3% y Hungría en un 7,1%. Rumanía y Bulgaria también superarán levemente el promedio de la UE.

Dieciséis países de la Unión tendrán unos niveles de paro inferiores a la media. Por encima del 6% se sitúan Malta y Finlandia, mientras que Suecia, Italia y el Reino Unido se quedarán levemente por debajo.

La República Checa y Letonia compartirán un 5,5% y las tasas de paro en los restantes países ya bajan a cifras entre el 4% y el 5%, siendo Holanda y Dinamarca las dos naciones con las cifras de desempleo más bajas de la Unión Europea: un 2,9% y un 2,8%, respectivamente.