ESPAÑA HA MULTIPLICADO POR 42 SU PRODUCCION ELECTRICA EN LOS ULTIMOS CINCUENTA AÑOS

MADRID
SERVIMEDIA

España produce hoy 42 veces más de energía eléctrica que hace 50 años, según un estudio comparativo realizado por expertos del anco Central.

La entidad asegura que entre los factores que han contribuido a ese incremento está, además de la evolución económica favorable y su efecto sobre la demanda, el avance tecnológico, que ha permitido la explotación de fuentes energéticas alternativas.

En 1990, España generó un total de 151.451 millones de kilowatios por hora (Kwh) de los que la mayor parte, 125.694 millones, correspondieron a producción termoeléctrica, tanto clásica como nuclear, y 25.694 millones eran de origen hidroléctrico.

Frente a esas cifras, en el año 1940 España era capaz de producir sólo 3.617 millones de Kwh, de los que 3.353 procedían de la explotación de los saltos de agua y algún embalse, y los 264 restantes de la producción de origen térmico, principalmente el carbón.

La estructura productiva de electricidad en España se reparte entre el 47 por ciento de la producción térmica clásica y el 36 por ciento de la térmica nuclear, complementadas con el 17 por ciento registrado en 1990 por la energía hdráulica.

La producción energética nacional de electricidad con origen termoeléctrico se repartió entre los 71.492 millones de Kwh de origen clásico (carbón, petróleo, gas o cogeneración) y los 54.265 millones de Kwh restantes procedentes de centrales nucleares.

El informe cita como ejemplo de la evolución energética española el hecho de que, entre la década de los cuarenta y gran parte de los sesenta, la energía hidráulica predominaba sobre el resto de la producción eléctrica y la construcción d pantanos con interés energético se aceleró hasta cubrir prácticamente la necesidad de nuevas centrales de ese tipo.

LA MAYOR POTENCIA DE LA OCDE

Actualmente, España es el país de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) con mayor potencia hidroeléctrica instalada, y supera la de todas las naciones del Este, a excepción de la Unión Soviética, según la patronal eléctrica Unesa.

Igualmente, la industria generadora nacional aprovechó un periodo de precios petrolíferos bjos para incrementar la producción que tiene como base de generación el crudo, al tiempo que el carbón se estabilizó en un consumo aproximado de 8,5 millones de toneladas al año.

Esta circunstancia hizo que la crisis del petróleo de 1973 sorprendiera a la economía española, como al resto de naciones industrializadas, en una situación de fuerte dependencia, que obligó a reducir la producción térmica de electricidad con origen petrolero y sustituirla por carbón.

Sin embargo, la principal baza jugad por estos países para salir de la crisis energética, continúa el Central, fue la inversión en instalaciones nucleares, que permitió, en el caso español, conectar a la red un total de siete centrales atómicas con una potencia conjunta de 6.700 megawatios en los años siguientes.

Además, se abrieron 14 nuevas centrales térmicas alimentadas con carbón, cuya potencia global ascendía a 5.000 megawatios, al tiempo que se conservó la capacidad generadora hidráulica, que siguió siendo la principal fuente de sministro, a pesar de la dificultad que representaba ampliar su potencia, indica la entidad.

La producción hidroeléctrica, señala el informe, ha estado suministrando energía en los últimos años, en función de la pluviosidad anual, con un máximo de 47,4 millones de Kwh en 1979 y un mínimo de 19,1 millones de Kwh en 1989.

Por su parte, como consecuencia del cambio de política tras la crisis, el consumo de petróleo para producción eléctrica ha disminuido desde los 10 millones de toneladas de 1976 a ls 2 millones de 1990, con un mínimo de 1,4 millones de toneladas registradas en 1986.

(SERVIMEDIA)
31 Ago 1991
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