La asociación ecologista pidió al Gobierno y las empresas dedicadas a la industria de la madera que reduzcan al mínimo este comercio y sólo imprten madera tropical obtenida por medio de una silvicultura que contribuya a la conservación de los bosques autóctonos.

Asimismo, Aedenat destacó el importante daño que todos los años provocan en los bosques españoles los incendios forestales y reclamó una política eficaz de reforestación, que contrarrestaría en parte las emisiones de CO2.

Según los ecologistas, durante los años ochenta la deforestación representó la emisión anual de unos 1.600 millones de toneladas de carbono a la atmósfera en frma de CO2 en todo el planeta, lo que representa casi la cuarta parte de las emisiones humanas totales de esta gas, con un incremento del 41 por ciento en 1989 respecto a las cifras de 1979.

La deforestación supone el paso del carbono fijado en las plantas a la atmósfera, circunstancia que contribuye a acelerar el cambio climático.

Aedenat considera que la principal causa de la deforestación que sufren numerosas zonas del planeta radica en las exportaciones a países industrializados de la produccón agrícola, ganadera y forestal del Tercer Mundo.