Así consta en el comunicado conjunto difundido hoy tras la reunión que han mantenido el ministro del Interior español, Alfredo Pérez Rubalcaba, y su homólogo de Marruecos, Chakib Benmoussa.

Los ministros se han felicitado por los esfuerzos realizados por Marruecos en materia de vigilancia y de control de la inmigración ilegal, "esfuerzos que serán reforzados con la financiación por España de equipos y medios técnicos para el control de fronteras", señala la nota.

Además, Rubalcaba y Benmoussa se han declarado satisfechos por la reacción solidaria de la Unión Europea ante el flujo masivo de inmigrantes clandestinos hacia las Islas Canarias, y han manifestado su deseo de que este apoyo sea también ofrecido a los países con carencia de medios, en particular para el refuerzo de la seguridad de sus fronteras.

Por otro lado, los titulares de Interior de ambos países se han felicitado por los esfuerzos realizados por sus respectivos servicios y han decidido poner en marcha todos los medios disponibles a fin de garantizar la fluidez de los flujos y de facilitar los procedimientos para los marroquíes residentes en el exterior.

En relación a la cooperación en el ámbito de la seguridad, han coincidido en que el crimen organizado, en particular el tráfico de inmigrantes y el tráfico ilícito internacional de estupefacientes, constituye un desafío mayor para todos los países de la región.

A este respecto, han decidido que sólo una cooperación eficaz y real, entre los servicios de policía de los dos países, podrá permitir obtener resultados concretos.

Los dos ministros han pasado igualmente revista a los preparativos de la Conferencia Euroafricana sobre Migración y Desarrollo, prevista en Rabat los días 10 y 11 de junio próximos.

En este sentido, se han felicitado por el apoyo internacional manifestado a esta iniciativa hispano-marroquí y han hecho un llamamiento a sus diversos socios a fin de aprovechar esta ocasión para abrir nuevas perspectivas de cooperación entre la Unión Europea y los países africanos.

Finalmente, Rubalcaba y Benmoussa han reafirmado que sólo a través de ambiciosos programas de desarrollo y de la emergencia de zonas de prosperidad en los países africanos se puede contribuir a fijar a la tierra al potencial inmigrante.