Así consta en los datos del Indice de Precios de Consumo Armonizado (IPCA) hecho público hoy por el Instituto Nacional de Estadística (INE), que pone de manifiesto además que España eleva hasta el 1,2 puntos porcentuales el diferencial de subida de precio con la media comunitaria, que se quedó en el 2,1% en febrero pasado.

España se sitúa incluso como el quinto país más inflacionista de la UE-25, sólo por detrás de Letonia (subidas de precios del 7%), Estonia (4,6%), Polonia (3,5%) y Hungría (3,4%), y muy por encima de nuestros competidores directos como Alemania (1,8%), Francia (1,9%) o Italia (2%).

Este dato supone una pérdida de competitividad para las empresas españolas en los mercados exteriores, al tener que abrirse mercado con precios cada vez más caros frente a la contención de otros países.

Por elementos, los alimentos, el vestido y, sobre todo, el mayor impacto del petróleo en la economía española han sido los causantes del distanciamiento en niveles de subida de precios con la media comunitaria.