En 1993, España lideró el 'ranking' de países que más promoción hicieron de los atractivos turísticos de su país, ya que gastó unos 77 millones de dólares (casi 10.000 millones de pesetas). Le iguió Australia, con una cantidad sensiblemente menor.

El liderazgo de España también se repitió en 1991 y 1992. Así, durante el año de las Olimpiadas de Barcelona, la Expo de Sevilla y la capitalidad cultural europea de Madrid el Gobierno invirtió para atraer turistas a nuestro país unos 85 millones de dólares en publicidad, casi 11.000 millones de pesetas. Le siguió Francia, que gastó 72 millones de dólares, algo más de 9.000 millones de pesetas.

Sin embargo, la Organización Mundial del Turismoconsidera que los gastos en publicidad turística a escala mundial son insuficientes, a pesar de que durante 1993 los gobiernos nacionales del mundo entero dedicaron 1.400 millones de dólares a "vender" su país a los viajeros, unos 180.000 millones de pesetas.

Según el estudio de la OMT, "los gastos publicitarios deberán incrementarse y estar mejor administrados, ya que estos gastos promocionales guardan poca relación con el volumen de llegadas de turistas, con el número de pernoctaciones y con los ingesos por turismo".

"Si los gobiernos quieren conservar el control de su imagen turística en el extranjero, tendrán que aumentar considerablemente sus presupuestos de promoción", agrega la organización.

España gasta poco más del 6 por ciento de su presupuesto promocional en Alemania, a pesar de que los turistas alemanes representan el 15 por ciento de llegadas a nuestro país.

Por otro lado, la cuantía media por turista gastada en promoción varía según los países. Bermuda gasta 37,65 dólares pr turista (4.819 pesetas), Australia 19,63 dólares (2.512 pesetas), España 2,15 dólares (275 pesetas) y EEUU tan sólo 28 centavos.