El Defensor del Pueblo Europeo, Nikiforos Diamandouros, recibió en 2005 un total de 3.920 quejas por parte de ciudadanos, compañías, ONG y asociaciones de la Unión, referentes principalmente a la falta de transparencia y de información de las administraciones comunitarias.

La institución que corona la lista de reclamaciones es la Comisión Europea (68%), seguida de la Oficina europea de selección del personal, el Parlamento y el Consejo.

Los principales desacuerdos hacen referencia a la mala administración, falta de información, injusticia, abuso de poder, discriminación, errores en procedimientos y retrasos evitables.

De las casi 4.000 quejas recibidas el pasado año, el Defensor llevó 627 casos, consiguiendo regularizar facturas, pagos de intereses retrasados, publicación de documentos, arreglo de injusticias y peticiones de disculpas por parte de los infractores.

El principal motivo de que sólo una pequeña parte de las quejas presentadas no se haya resuelto, es porque no todas son competencia de este órgano de la Unión.

Diamandouros ha explicado, al presentar estos datos, que "muchos de los ciudadanos desconocen que sólo estoy habilitado para inspeccionar los casos de mala administración por parte de las instituciones u órganos de la Unión Europea y no para tratar quejas contra las autoridades nacionales o regionales de los países miembros, incluso si conciernen al derecho comunitario". Este hecho hace que dos tercios de las quejas presentadas queden fuera de mi mandato".

A pesar de ello, la Oficina del Defensor del Pueblo señala que ha podido ayudar a más del 75% de los demandantes abriendo encuestas, transfiriendo sus quejas a un órgano competente o indicando un mediador apropiado para el tipo de caso.

El Defensor añadió que "las instituciones de la UE han hecho mucho, a lo largo de los últimos años, para mejorar los servicios públicos, pero todavía queda mucho camino por recorrer para crear una administración completamente abierta, transparente y responsable, que ofrezca seguridad a los ciudadanos".