Solana explicó que, a pesar de la recuperación registrada en la década de los ochenta, especialmente tras la entrada de España en la CE, el PIB "per capita" está ahora a más distancia de la media comunitaria que hace veinte años.

La razón estriba, principalmente, en que la economía española resultó más afectada por las crisis del petróleo, hasta el punto de que el PIB por habitante, qu en 1975 representaba el 81,9 por ciento del comunitario, cayó por debajo del 74 por cien entre el 80 y el 86.

Esta evolución queda plasmada en un estudio realizado por el Consejo Superior de Cámaras de Comercio, con datos oficiales de la CE y la OCDE, bajo el título "Convergencia de la Economía Española a la Comunitaria".

En declaraciones a esta agencia, Solana consideró demasiado optimistas las últimas previsiones de la CE, según las cuales el PIB por habitante de España se situaría este año enel 77,8 por ciento de la media de la Comunidad.

A su juicio, difícilmente superará el registrado en 1991, que fue del 77,1 por cien, lo que convertiría a 1992 en el primer año desde la adhesión de España a la CE en que nuestro país no ha avanzado en el proceso de acercamiento en riqueza a la CE.

Solana explicó que tampoco cabe esperar un avance en 1993, ya que el crecimiento previsto en España se sitúa en torno a la media comunitaria.

Dentro de la CE, el PIB "per capita" de España supera al e Irlanda, Portugal y Grecia. Por delante se sitúan, por este orden, Luxemburgo, Alemania, Francia, Dinamarca, Bélgica, Italia, Holanda y el Reino Unido.

La causa de fondo de la menor renta per capita española es, a juicio de los expertos de las Cámaras de Comercio, la baja tasa de actividad de España, que está en torno a un 8 por ciento por debajo de la media comunitaria.

Eso se traduce en un bajo nivel de ocupación. En 1990, último para el que se disponen de datos comparables, había en España 4,5 personas empleadas por cada 100 en edad de trabajar, la tasa más baja de la Comunidad. El contraste es muy agudo frente a tasas del 77,1 por cien en Dinamarca, el 71,8 en Luxemburgo, el 71,7 en el Reino Unido y el 64,5 en Alemania.

CONVERGENCIA REAL

Por otra parte, el estudio realizado por el Consejo Superior de Cámaras de Comercio pone de manifiesto el esfuerzo necesario para conseguir la convergencia real de España con la CE en infraestructuras básicas, investigación, educación y aspectos sociaes.

A este respecto, el estudio recuerda que la "brecha" en infraestructuras (ferrocarriles, carreteras, telecomunicaciones, etc.) está cifrada por expertos de la Comunidad en torno a los 20 billones de pesetas.

Asimismo, España sólo dedica el 0,7 por ciento del PIB a inversiones en investigación y desarrollo, frente a un 2,83 por cien en Alemania, un 2,29 de Francia y un 2,26 de Holanda, y también muestra un considerable retraso en gastos educativos, pese al esfuerzo realizado en los últimos año.

El estudio de las Cámaras aprecia también "un cierto retraso en determinados indicadores sociales, como hospitales, gasto sanitario del sector público o prestaciones sociales", aunque España está en la media o por encima en otros aspectos, como número de viviendas o médicos.

De cara a la década de los noventa, Gonzalo Solana consideró "posible" que el PIB "per capita" de España supere el nivel alcanzado en 1975 "porque tenemos un mayor potencial de crecimiento".

En todo caso, recalcó que ee proceso de acercamiento quedará estancado en 1992 y 1993 y, para que se reanude a partir del 94, será necesario que se den tres condiciones: un crecimiento moderado de los costes laborales, la reducción de los tipos de interés y el control de la inflación.