En el gigantesco complejo del Military Training Area (MTA) de Lešť, con un perímetro superior a los 140 kilómetros, se encuentra desplegada de forma permanente la Multinational Brigade Task Force Slovakia, que está compuesta por más de 1.100 militares de Eslovaquia, República Checa, Portugal, Eslovenia y España.

Tras la agresión rusa a Ucrania, la OTAN decidió elevar a 8 el número de Grupos de Batalla establecidos, fijándolos actualmente en Bulgaria, Estonia, Hungría, Letonia, Lituania, Polonia, Rumanía y Eslovaquia.

Para España, liderar en Eslovaquia supone asumir el rol de coordinación de las operaciones militares y de seguridad en la región, lo que significa la planificación y ejecución de operaciones y ejercicios, la coordinación de gran parte de la logística asociada, y el bienestar y efectividad de las tropas desplegadas.

Actualmente la de Eslovaquia es la misión con mayor número de personal español desplegado, con más de 800 militares, de los cuales el 85% es de la Brigada Paracaidista, un 10% de la Brigada Logística del Ejército, y el resto de otras unidades de Tierra y la Guardia Civil.

ADAPTACIÓN AL TERRENO

La capacidad de adaptación de los militares españoles queda clara sobre el terreno, cuando se acerca el invierno y las temperaturas actuales rozan los cero grados cada mañana, a la espera de que llegue la nieve. No hay que olvidar que España se encuentra desplegada también en Letonia, en el batallón que lidera Canadá, donde un manto blanco cubre la base de Adazi durante meses.

El Ministerio de Defensa que dirige Margarita Robles apostó por liderar un ‘patito feo’ del Este para la OTAN, en un país con frontera con Ucrania en plena agresión rusa. Lešť, en el centro del país, es una zona principalmente agrícola, muy fértil, en la que se suceden los campos de cultivo en los que campan a sus anchas osos, jabalíes y ciervos.

En medio de la nada, los eslovacos han levantado un complejo de alto nivel en el que los distintos ejércitos pueden practicar el combate urbano, el despliegue de carros de combate, el fuego de artillería, las emboscadas, y misiones de vigilancia con drones.

La tierra, arenosa, y la alta humedad unida al frío de esta época, antes de que llegue la nieve, hacen difícil la operación de los cazacarros españoles, los ‘Centauro’, que imponen al entrar en las estrechas calles de los escenarios articulados para preparar los enfrentamientos en ciudades. España aporta más de 200 vehículos militares, contando con los de alta movilidad llamados VERT, o los de recuperación, ingeniería y logística.

También aporta puestos de tiro de misil ‘Mistral’, misiles ‘Spike’, drones de vigilancia ‘Raven’, sistema contra drones ‘Cervus’, morteros embarcados ‘Cardom’, morteros de 81 milímetros, obuses de artillería de campaña ‘Light Gun’ de 105 milímetros, y vehículos con medios EOD, de desactivación de explosivos. Asimismo, España proporciona un hospital de campaña ROLE I, que da servicio a todo el contingente.

LA EXPERIENCIA DE LA BRIPAC

En el trabajo de las tropas españolas en el MTA de Lešť, bajo el mando directo del coronel de la Bripac Francisco Calvo, se nota la experiencia de los que conforman el Regimiento de Infantería ‘Nápoles’ Nº 4, de la Brigada ‘Almogávares’ VI de Paracaidistas, cuya primera bandera ‘Roger de Flor’ es la que nutre al grueso de efectivos del despliegue actual, que culmina su trabajo pionero a la espera del relevo en diciembre.

Los grupos de combate de la OTAN como el de Eslovaquia son escalables a nivel de brigada y están formados por unidades acorazadas, infantería, defensa antiaérea, artillería de campaña, transmisiones, zapadores y personal de apoyo logístico, una composición dinámica que puede acometer diversas misiones en función de las necesidades.

De cara al futuro más inmediato, España ha determinado que es necesaria una unidad de helicópteros, con al menos dos helicópteros de ataque Tigre y un NH90, que se establecerá en Kuchyňa, donde se encuentra el Cuartel de Despliegue Rápido de la misión.

En dicho cuartel hay 33 militares españoles altamente especializados que, en caso de emergencia, dirigirían el mando avanzado de la la Brigada Multinacional, que multiplicaría casi por tres sus efectivos en un plazo de 10 días, gracias a los efectivos que se encuentran a la espera en los países participantes.

El resto de los medios materiales con los que cuenta el despliegue los aporta Portugal, con sus ‘Leopard’ 2A6, los checos con sus BVP-2 y la propia Eslovenia con sus Valuk ‘Pandur’ 1.