ESPAÑ APORTA 1.625 MILLONES A LA OIT PARA COMBATIR EL TRABAJO INFANTIL

MADRID
SERVIMEDIA

España aportará 12,5 millones de dólares (alrededor de 1.625 millones de pesetas) para apoyar la acción de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) y de sus estados miembros contra el trabajo infantil, según un acuerdo firmado hoy en Madrid por la Agencia Española de Cooperación Internacional (AECI) y la OIT.

Estos fondos, que se aportarán en un período de 5 años (1995-2000) se destinarán al Prorama Internacional para la Abolición del Trabajo Infantil (IPEC), con el fin de extender las actuaciones de este programa a otros países de América Latina, ya que hasta la fecha sólo Brasil se ha beneficiado de este programa.

Heribert Maier, director general adjunto de la OIT, señaló que la contribución española constituye "un impulso significativo a la labor del IPEC". Añadió que "en el espíritu de la reciente Cumbre Social de Copenhague, este gesto del Gobierno de España representa una muestra fehacente de su compromiso de ayuda y solidaridad, particularmente dirigido en este caso a una región a la que la unen tantos lazos históricos y afectivos".

Según la OIT, el trabajo infantil constituye un fenómeno cada vez más inquietante en latinoamérica. Esta organización asegura que en algunos países la proporción de niños que trabaja casi se ha duplicado desde la década de los ochenta, como consecuencia sobre todo de la crisis económica.

La OIT explica que esta tendencia se mantiene y estima que hy en día trabajan en América Latina entre 15 y 20 millones de niños menores de 15 años. El problema, además, se agrava, a su juicio, porque cada vez comienzan a trabajar a una edad más temprana y por las condiciones más perjudiciales para su salud, seguridad, educación y moralidad que cada vez tienen que soportar.

Con el IPEC, que fue creado en 1990 con fondos donados por Alemania, la OIT presta asistencia técnica a los países que manifiesten su deseo de recibirla a fin de erradicar el trabajo infanti y proteger por todos los medios posibles a los niños que trabajan.

Según la OIT, este programa ha conseguido en gran medida un cambio de mentalidad en las autoridades, los padres de familia, los empleadores, los representantes de los trabajadores y el público en general, que van comprendiendo hasta qué punto el trabajo atenta contra el desarrolllo físico, intelectual y moral de los niños.

(SERVIMEDIA)
24 Mar 1995
NLV