En declaraciones a Servimedia, Huerta trasladó la “gran preocupación” que le han hecho llegar profesores y directores de centros de “que no van a llegar”. Y esto, valoró, “va a hacer que no puedan aplicarlo y puede ir en detrimento de la puesta en marcha de estos decretos”.

“Al margen de las polémicas, esto no tiene nada que ver en si nos parece bien o no la Lomloe”, se excusó, sino en que los profesionales de la educación necesitan un proceso para “interiorizar” los cambios de la normativa. “Creo que vamos demasiado pillados de tiempo, las mismas editoriales lo están, nos lo han dicho”, zanjó, después de que en los últimos días el Consejo de Ministros haya aprobado el último de los decretos que establece las enseñanzas mínimas para el Bachillerato (antes publicó los de las demás etapas educativas). Ahora tienen que ser las comunidades autónomas, que tienen las competencias educativas, quienes deben desarrollarlos para que se apliquen el próximo curso.

Huerta también indicó a Servimedia que, pese a que los titulares suelen destacar la oposición de Escuelas Católicas a algunas cuestiones de la reforma educativa, él hace “una valoración positiva” a algunos cambios que establecen los decretos del Gobierno, como lo relativo “al tema competencial” y los denominados “perfiles de salida”. “Hay una serie de elementos que eran muy necesarios, pero eso positivo lo podemos perder si no contamos con quienes lo tienen que aplicar, que están agotados y que no van a recibir todos estos cambios en la forma que tienen que adaptar”.

“Nos preocupa que los docentes se queden sin verano y sin ilusión, que estos cambios les desmoralicen y que no tengan entusiasmo. Lo estamos detectando en nuestros centros y es una apreciación compartida con docentes de la públicas”, lamentó.