ESCUCHAS. ENEGAS CRITICA "EL CINISMO Y LA HIPOCRESIA" DE "DETERMINADOS SECTORES POLITICOS Y DE OPINION"

-Compara las opiniones que mereció su caso hace cuatro años con las vertidas en el asunto del CESID

MADRID
SERVIMEDIA

José María Benegas, secretario de Relaciones Políticas e Institucionales del PSOE, critica el "cinismo y la hipocresía" de "determinados sectores políticos y de opinión", en un artículo publicado en la revista "Temas para el debate" en el que analiza el problema de las escuchas ylos criterios distintos que se aplicaron en su caso, hace cuatro años, y en el de las escuchas del CESID.

En opinión de Benegas "uno de los elementos más nocivos que actúan sobre nuestra democracia" es "el cinismo y la hipocresía con las que suelen comportarse determinados sectores políticos y de opinión aplicando criterios radicalmente diferenciados para valorar hechos sustancialmente idénticos, movidos tan sólo por intereses particulares que intentan disfrazarse bajo la apariencia del 'interés generl".

Benegas, tras recordar que "quizá haya sido la primera víctima en España" de las 'escuchas' afirma que "apenas cuatro años más tarde de aquel lamentable episodio, observo con estupor como una gran mayoría de las voces que entonces no sólo me negaron la condición de víctima sino que me convirtieron en culpable exigiendo mi inmediato abandono de la actividad política (por el hecho de hacer sido objeto de una intromisión ilícita en mi privacidad), hoy probablemente suenen como las más airadas, amparádose en razones que no resistirían la más superficial contrastación con la hemerotecas".

A título de ejemplo, recuerda lo que dijeron los editoriales de algunos medios de comunicación cuando se difundió la grabación de que había sido objeto.

"El asunto de las grabaciones merecio que El País señalase que 'contra lo que pretenden algunos moralistas de ocasión, aficionados a las respuestas rotundas... pensamos que lo inmoral hubiera sido secuestrar al público aquello de lo que la radio en cuestión (a Ser) había tenido conocimiento, que esa ocultación, en nombre de cualquier consideración imaginable, hubiera resultado de más difícil justificación que la publicación de las grabaciones, una vez verificada su autenticidad y garantizado que no incidía en asuntos privados de las personas".

"Por lo que respecta a otros medios", añade, "Diario 16 ofreció un título a su espacio editorial, 'el problema no son las escuchas', que no deja lugar a dudas en cuanto a sus contenidos, y ABC nos regaló con afirmacones altamente reveladoras, como aquellla en la que se establecía que 'el derecho a la intimidad se relativiza en función de la notoriedad de sus titulares'. Por último, el diario El Mundo recogió en un comentario la siguiente afirmación: 'Cuando Benegas decidió utilizar su teléfono del coche estaba abriendo su intimidad a cuantos quisieran conocerla".

"Entiendo", dice Benegas, "que resulta de alguna utilidad recordar lo que se dijo entonces para poner de relieve lo falaz e interesado de una gran part de las interpretaciones que hemos podido escuchar y leer recientemente, arrogándose el papel de defensores de unos derechos que se negaban hace unos años por la sencilla razón de que a quien le asistían no servía los intereses políticos o particulares de sus autores".

Añade que "en aquella ocasión mantuve que interferir y grabar conversaciones privadas constituía un delito del mismo modo que lo era, con independencia de que se encontrase tipificado, difundirlas bajo el amparo de la profesionalidad peiodística pues, al fin y al cabo, es en su conocimiento público donde la víctima encuentra la más grave expresión de que su derecho a la intimidad ha sido violentado".

Benegas concluye que "lo único que pretendo demostrar es que en la estrategia del 'todo vale' que caracteriza indeseablemente a nuestra vida pública, la desmemoria adquiere un papel central; no importa, pues, que hace apenas cuatro años algunos se valiesen de conversaciones telefónicas para tratar de liquidar al adversario y que esa grae intromisión en la vida privada fuese justificada convirtiendo a la víctima en culpable. Paradojas de algunas crónicas con las que se escribe nuestra historia".

(SERVIMEDIA)
03 Jun 1995
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