Así lo afirmó en el acto de traspaso de carteras, que fue entregada por su antecesora, la vicepresidenta primera y ministra de Economía, Consumo y Empresa, Nadia Calviño, donde fijó tres prioridades de cara a la nueva legislatura.

El primero es, precisamente, utilizar “todo potencial de la tecnología y, en particular de la inteligencia artificial”, porque tiene “un impacto notabilísimo sobre la capacidad productiva de la economía”.

En este sentido, y ante una legislatura en la que el Gobierno se propone lograr “el pleno empleo”, Escrivá señaló que el mercado de trabajo ha experimentado “cambios” y la creación de puestos de trabajo en el sector de las ciencias de la información y la comunicación ha crecido un 25%, “tres veces más que el resto de la economía”.

En este contexto, el nuevo ministro de Transformación Digital considera que España debe aprovechar la digitalización para convertirse “en un atractor de talento”, por lo que es “sustancial” desplegar inversiones estratégicas para hacer de España “un destino atractivo”.

No obstante, advirtió de que hay que establecer un “equilibrio” entre “el potencial transformador” de la tecnología y los derechos de la sociedad. Así, subrayó que hay que “trabajar” para que la revolución tecnológica mejora la vida de todos y no ahonde las brechas de género, sociales y empresariales ya existentes.

En este sentido, indicó que la inteligencia artificial debe adaptarse a la economía española de forma “estructura”, para lo que será necesario establecer un diálogo con todos los sectores relevantes. Por ello, se comprometió “a reforzar este dialogo interdisciplinar” para lograr “resultados tangibles”, todo ello con un “enfoque humanista, proactivo y multidisciplinar”.

Por último, subrayó como otra de sus prioridades garantizar la disponibilidad de los datos, que “no siempre están disponibles” para los ciudadanos o, incluso, para los legisladores. Escrivá avanzó que su cartera trabajará para paliar esta realidad y poder tomar decisiones basadas en “datos y evidencias”.