Los alumnos, que pasaron la noche envueltos en mantas y sacos de dormir en el colegio público de La Cartuja, a mitad de camino entre Pina y Zaragoza, se congregaron esta mañana frente a las sedes de la Confederación Hidrográfica del Ebro y del Gobierno aragonés, para reivindicar un Ebro vivo y entregar un comunicado a los presidentes de ambas instituciones.

Los chicos eran esperados poralumnos de otros colegios, hasta juntarse, según la Policía Local, unos 1.500 niños. En primer lugar entregaron el manifiesto contra la contaminación al presidente de la Confederación Hidrográfica del Ebro, Antonio Aragón, que les dio las gracias.

Seguidamente, los escolares se dirigieron al edificio Pignatelli, sede del Gobierno de Aragón, donde entregaron al presidente de la comunidad autónoma, Emilio Eiroa, el manifiesto reivindicativo. El máximo dirigente autonómico también les agradeció la iniciaiva y se interesó por su estado tras la caminata realizada.

Uno de los párrafos del comunicado dice: "Manifestamos que estamos preocupados porque el Ebro se muere. El Ebro está enfermo porque sus aguas están negras y huelen mal. En sus riberas cada vez hay menos árboles y pájaros y más basura y escombros. Sabemos que con el esfuerzo de todos, el Ebro volverá a ser un río vivo, y si no hay voluntad política para cuidarlo, será necesario cambiar a los políticos que no tengan esa voluntad".

Los alumos expresaron su satisfacción por haber realizado la marcha ecológica e indicaron que lo han pasado bien. "Hemos aprendido más que en una clase de Naturales", dijo uno de los chicos.

Asimismo, el portavoz de los profesores, Javier Blasco, señaló que se han cumplido los tres objetivos propuestos: el lúdico, el didáctico y el reivindicativo.