Escámez, que mantuvo un encuentro con periodistas previo a la Junta de Accionistas que celebrará mañana la compañía petrolera, indicó que los bancos han jugado un papel fundamental en el desarrollo económico del país, no sólo por su apoyo financiero sino por la solvencia y la credibilidad que proporcionaba su presencia a los negocios industriales.

Sin embargo, añadió que la banca no debe asumir demasidos riesgos, aunque ello sea bueno para el país porque la existencia de un sistema financiero y bancario sólido está en la base de la estabilidad del conjunto de la economía.

Escámez, que propondrá mañana a los accionistas de Cepsa un dividendo complementario del 10 por cien, que se suma a otro 10 por cien entregado a cuenta, después de registrar un beneficio antes de impuestos de 17.700 millones de pesetas en 1993, frente a los 14.600 del año anterior.

Además, el presidente de Cepsa señaló que l evolución del ejercicio de 1994 es aún mejor que la del año pasado, ya que los recursos generados (cash-flow) hasta abril ascendían a 19.500 millones de pesetas para el conjunto del grupo, con un beneficio bruto de unos 10.000 millones.

También cifró en unos 130.000 millones de pesetas el esfuerzo inversor que le queda por hacer a Cepsa en los próximos 4 años, fundamentalmente en la mejora de la red y de los negocios de refinería, que en su mayoría, dijo, deberían ser autofinanciados con las reservasy los recursos generados por la propia empresa sin tener que acudir a ampliaciones de capital ni alianzas con socios. De 1990 a 1993, las inversiones de Cepsa ascendieron a 170.000 millones.

Escámez señaló también que la auditoría realizada sobre el balance de 1993 por Price Waterhouse cifra en torno a 125.000 millones pesetas las plusvalías latentes del Grupo, a los que añadió otros 40.000 millones de pesetas, que a su juicio, valdría su participación del 25 por cien en CLH, antigua Campsa, a juzgar or el precio que ha pagado la holandesa Shell por el 5 por cien de la compañía, comprado a Repsol.