Según informaron hoy fuentes de la Policía Autónoma Vasca, poco antes de las ocho de la tarde de ayer un particular alertó a las fuerzas de seguridad sobre un incendio que se había producido en el número 22 de la calle Capitán Enea de dicha localidad.

Los agentes iniciaron las tareas de extinción y desalojaron el inmueble, pero uns curiosos que observaban la escena se percataron de que dos niñas pedían auxilio desde un balcón del edificio siniestrado, en medio de una gran humareda.

Ante el riesgo que corrían las pequeñas y la imposibilidad de acceder a ellas por otros medios, uno de los agentes decidió escalar la fachada trepando de un balcón a otro hasta llegar al cuarto piso, donde se encontraban.

Una vez allí, el policía recogió a las niñas y las puso a salvo llevándolas sobre sus hombros hasta un edificio contiguo queno había sido alcanzado por el fuego.

Según las primeras investigaciones, el incendio, que no produjo daños personales, fue provocado por un cortocircuito en la caja de registro de luz, situado en la entreplanta del inmueble.