Erkoreka se refería así a los tímidos acuerdos de la cumbre, adoptados con el objetivo final de "trazar un nuevo horizonte para el Tratado de Lisboa".

El portavoz peneuvista reconoció que el resultado del Consejo "no es el que hubiéramos deseado" pero evidencia que "ésta es la Europa real con la que nos toca bregar" y que sus conclusiones se deben dar por buenas porque "la alternativa, la nada, era francamente peor".

Así, "respirando resignadamente", Erkoreka reconoció que Europa avanza, pero lo hace "muy lentamente" y "toma la iniciativa, pero falta empuje" para imponer soluciones que deberían haber pasado por encima de las condiciones "casi adolescentes" impuestas por Irlanda para permitir el avance del Tratado de Lisboa.

En la parte positiva, Erkoreka destacó que la UE ha demostrado su capacidad para reaccionar concertadamente ante la crisis económica, aunque planteó sus dudas sobre si el plan de reactivación económica comunitario será "suficiente para alcanzar el objetivo de que Europa no pierda peso económico" frente a Estados Unidos o Japón después de la crisis.