ERCA DE 1.000 DESARRAIGADOS PASARAN LAS NAVIDADES EN LAS CALLES DE MADRID
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Entre 600 y 1.000 personas dormirán en las calles de Madrid durante estas fiestas navideñas, según estimaciones facilitadas a Servimedia por Mario Gaviria, sociólogo que ha participado en el equipo de expertos que diseñó el programa de salario social en la Comunidad Autónoma de Madrid (CAM).
Muchos de esos desarraigados son personas que no quieren acudir a los albergues que existen en la capita, donde pernoctan en total otros 1.000 indigentes, según el estudio elaborado para poner en marcha el Ingreso Madrileño de Integración (IMI).
En cuanto a los mendigos "profesionales", aquellos que viven en la calle y se dedican a pedir dinero, los especialistas los han cifrado también entre 600 y 1.000.
En total, deambulan por las aceras de Madrid entre 3.000 y 5.000 "tiraos", de los cuales 1.500 acuden a los comedores sociales o a las sopas que dan algunas instituciones religiosas.
Se tratadel colectivo más difícil de insertar, según el mencionado análisis de la pobreza y marginación madrileña. "Su única integración es semántica y simbólica; viven y duermen en la calle atraídos por las luces de la ciudad, la animación, la intensidad peatonal y la posibilidad de acceder a los comedores, albergues y limosnas en las puertas de las iglesias o de los grandes almacenes", señala el estudio.
En opinión de los técnicos, "son gentes inempleables en el mercado de trabajo convencional, aún en situaiones de pleno empleo (...) La figura del discapacitado social sería la más adecuada para definir a este colectivo". En un alto porcentaje (que algunos sitúan entre el 70 y el 80 por ciento), el alcohol es a la vez causa y consecuencia.
"Su número, hasta ahora", consideran los autores del trabajo, "no está tanto en relación con el momento económico de más o menos crisis y desempleo como con la abundancia de recursos sociales de integración (talleres ocupacionales, centros de día, albergues, empleo socal, etc.)".
Pero, últimamente, en los albergues madrileños (el municipal de San Isidro, Santa María de la Paz, San Juan de Dios, Damas Apostólicas y San Martín, a los que habría que añadir el de Teresa de Calcuta, que sólo recoge mendigos mayores de 65 años) cada vez entran a dormir marginados más jóvenes. La edad media de quienes acuden a los albergues ha pasado de 45 años a 36.
Ello se debe a la aparición de una reciente categoría de excluidos sociales: "los jóvenes colgados, criminalizados y mdicalizados". Los expertos calculan que son entre 3.000 y 5.000 en la CAM y agrupan a ex toxicómanos y drogadictos en activo, ex reclusos, jóvenes enfermos de SIDA, hepatitis o herpes, "lumis" o prostitutas jóvenes de calle, "víctimas de la sinergia heroína-prostitución-alcohol-cárcel", o jóvenes "colgados de coco" como consecuencia de los efectos de fármacos, "speed", ácido silérgico, etc.
A estos grupos todavía hay que añadir una clase de indigentes nueva y en crecimiento: algunos inmigrantes extraneros. Casi el 10 por ciento de los transeúntes que acuden al Pabellón de Mayorales de la Casa de Campo, que ha abierto durante el invierno el área de Servicios Sociales del Ayuntamiento de Madrid dentro del plan de emergencia contra el frío, son extranjeros.
Asimismo, para refugiar a quienes no quieren desplazarse hasta la Casa de Campo, la estación de Metro de Tirso de Molina permanece abierta entre las 24 horas y las 5,30 horas del día siguiente y en ella pernoctan diariamente unos 25 excluidos.
Pero la lista de quienes tendrán motivo estas navidades para tratar de olvidar su situación no acaba ahí. En la CAM habitan unas 75.000 personas que padecen pobreza extrema, entra las que no podían faltar los gitanos, los parados de larga duración, los ancianos con pensiones raquíticas y las mujeres solas y con hijos a su cargo.
(SERVIMEDIA)
21 Dic 1991
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