En este sentido, las mismas fuentes señalaron que la investigación de las causas de ese incidente podría durar en torno a una semana.

Los hechos ocurrieron cuando, poco después de despegar desde el aeropuerto neoyorquino John F. Kennedy, uno de los motores del avión comenzó a incendiarse, procediendo el piloto a apagarlo y a volver al aeropuerto.

En la evacuación del avión, algunos de los pasajeros sufrieron magulladuras, si bien cuatro de los integrantes del pasaje tuvieron que ser trasladados a dependencias hospitalarias, todos con heridas de carácter leve.