La SEE mostró este viernes su satisfacción porque la agenda del Ministerio de Sanidad haya recuperado este plan antitabaco, ahora sujeto a las modificaciones de las comunidades autónomas.

De hecho, los epidemiólogos consideraron que este plan es el punto de partida para continuar avanzando en el control del consumo de tabaco, que causa 56.000 muertes anuales en España, lo que supone el 13,7% de toda la mortalidad.

No obstante, advirtieron de que es necesario que el programa de actuación se traduzca en medidas legislativas concretas. Desde la SEE lamentaron que tras la entrada en vigor de la ley integral para el control del tabaquismo en 2006, que fue modificada posteriormente en 2010, no se hayan implementado nuevas medidas de prevención y control del tabaquismo.

Dicha ley permitió disminuir la exposición al humo ambiental del tabaco en espacios públicos cerrados, pero, a ojos de la SEE, las políticas actuales son “claramente insuficientes” para reducir y acabar con el consumo de tabaco.

MEDIDAS LEGISLATIVAS

Por ello, los epidemiólogos apostaron por incrementar los impuestos del tabaco, destinando un porcentaje de este impuesto para la prevención y control; ofrecer más ayudas para dejar de fumar; regular el empaquetado genérico y restringir la venta a las expendedurías de tabaco.

Junto a estas medidas también incluyeron aumentar los espacios sin humo, incluyendo las terrazas de hostelería y otras zonas exteriores; regular la publicidad en las redes sociales; introducir la limitación del consumo de tabaco en el transporte privado y realizar campañas de prevención dirigidas a los grupos de mayor riesgo.

El Grupo de Trabajo de Tabaquismo de la SEE recordó que España tiene una alta prevalencia de fumadores, y su consumo en los últimos años solo descendió un 0,5% anual. Según datos de la Encuesta Europea de Salud, en 2020 fumaba el 22% de la población adulta española.

Respecto a los jóvenes y adolescentes de entre 14 y 18 años, en 2021 ‘Estudes’ estimó que el 23,9% había consumido tabaco en los últimos 30 días, lo que indica la enorme facilidad de acceso a esta sustancia a pesar de la prohibición de su venta a los menores de edad.