Hace unos días, un vecino del barrio recogió de su buzón un diario, remitido desde Quito (Ecuador) y que iba a su nombre. Al hojear el periódico, encontró entre dos págias un pequeño envoltorio con una sustancia blanca en polvo.

Al sospechar que podía tratarse de droga, acudió a comisaría, donde los agentes examinaron la publicación y encontraron otra lámina de la misma sustancia e idéntico peso, confirmando que se trataba de cocaína.

Funcionarios encargados de investigar el caso revisaron los restantes buzones de la finca y localizaron un envío del mismo tipo.

Posteriormente, en la oficina de Correos del distrito fueron encontrados dos ejemplares más con oros 160 gramos de cocaína. Estos últimos habían sido devueltos por el cartero, al desconocer a sus destinatarios.

Al parecer, según la Jefatura Superior, la droga fue enviada por una organización de narcotraficantes con base en Ecuador, que utiliza el siguiente "modus operandi": un contacto de ese grupo en España envía al país sudamericano distintas direcciones recogidas en buzones particulares, aquéllos remiten a los lugares indicados periódicos con cocaína escondida entre las páginas y antes de que l titular del buzón recoja la correspondencia, ésta es retirada por otro miembro de la red delictiva.