Los agricultores biológicos y los ecologistas reclamaron ante los responsables del ministerio una moratoria en la liberación de organismos modificados genéticamente.

La protesta coincide con la celebración en Montreal de una nueva reunión del Protocolo de Bioseguridad, cuyo objetivo es regular a nivel iternacional la liberación, el uso y la comercializados de organismos transgénicos.

Según las organizaciones participantes en la protesta, "el Gobierno español es de los más permisivos con los transgénicos. España no sólo permite el cultivo de variedades modificadas genéticamente prohibidas en otros países de nuestro entorno como Portugal, Austria, Luxemburgo o Dinamarca, sino que está recibiendo en sus puertos cargamento de cultivos ilegales no autorizados por la UE".

Las organizaciones sociales antienen que España es el único país de la UE que cultiva maíz transgénico "de manera masiva", con unas 20.000 hectáreas dedicadas a estas sustancias.