Asimismo, los investigadores han detectado un bajo nivel de derivación desde pediatría hacia los servicios de dermatología: solamente en el 4,8 por ciento de los casos se remiten los casos a los servicios dermatológicos.

Por lo que se refiere a lostrastornos dermatológicos más comunes, el 23 por ciento constituyen enfermedades víricas de la piel. En estos casos, el pediatra suele resolver fácilmente el problema. Sin embargo, en otras patologías, como es el caso de la dermatitis atopicamicosis o eczemas, las dificultades se multiplican, tanto para pediatras como para dermatólogos.

En este sentido, los investigadores señalan que un 4 por ciento de los niños estudiados padecen patologías dermatológicas crónicas que, en la mayoría de los casos, estn sin registrar en el historial médico, fundamentalmente por una falta de coordinación entre dermatólogos, pediatras y epidemiólogos.

La investigación señala que una mayor coordinación entre las diferentes especialidades puede ayudar en la tarea de prevención y diagnóstico rápido mediante una asociación a otras patologías o síntomas. De hecho, el 53 por ciento de los casos de patologías dermatológicas crónicas tienen asociada otra patología diferente que conviene estudiar.