En la misa, a la que no asisitió el ministro de Interior José Luis Corcuera, se leyó un comunicado del obispo de Astorga, en repulsa por la muerte de Ricardo González, que fue posteriormente enterrado en el cementerio deesta pequeña localidad zamorana de la que era natural.

A las exequias asistieron algunos consejeros del Gobierno de Castilla y León, así como el delegado de Gobierno en esta Comunidad, Arsenio López Huerta, y el gobernador civil de Zamora, Angel Gavilán, que declinaron hacer declaraciones.

La misa y el entierro estuvieron presididas por escenas de dolor y consternación. Un hermano del fallecido sufrió un desmayo en un momento de las honras fúnebres.

Ricardo González Colino, llevaba desitinad en el País Vasco doce años y últimamente había recibido amenazas, según confesó a sus amigos en Zamora, por lo que esperaba tener la oportunidad de dejar Euskadi y conseguir su traslado a Madrid.