Alrededor de un centenar de personas allegadas a la familia asistieron al sepelio, mujeres mayores en su gran mayoría. El párroco de la iglesia realizó un panegírico de la figura de José María Igerategi, del que dijo que estará ya en el cielo, "donde no hay bandos".

Mientras tanto, en el exterior del templo, donde había desplegadas 'kurriñas' con crespón negro, esperaban los jóvenes y en las escaleras del mismo un grupo de personas colocó un pebetero con una llama encendida, frente a una pancarta con la fotografía del militante de ETA y el anagrama de la banda terrorista.

Una hora antes, un grupo de unas 200 personas recibieron el cadáver de 'Ijitu' en el cementerio de Polloe de San Sebastián, donde fue enterrado. Un pasillo de 'ikurriñas' con crespón negro precedió el féretro, cubierto con el anagrama de ETA.

Los presentes indieron un homenaje a José María Igerategi, en el que tocaron la 'txalaparta' (instrumento típico del País Vasco) y bailaron un 'aurresku' (danza de salutación), tras lo cual profirieron gritos en favor de la banda terrorista y consignas como "el pueblo no perdonará".

A últimas horas de la tarde de hoy está prevista la celebración de un homenaje a Igerategi en la plaza del barrio donostiarra de Eguía donde vive su familia.