Estas cifras suponen un descenso respecto a 1989 de 1.223 en el número de empresas y de 6.930 n la cifra de empleados, lo que rompe la tendencia al alza registrada en la segunda mitad de los años ochenta.

La mayoría de las empresas puestas en marcha el año pasado se encuadraban en el sector servicios, al que pertenecían 70.223. Del resto, 24.580 eran del sector de la construcción, 12.892 de la industria y 1.580 del sector agrario.

En relación al 90, disminuyó la creación de empresas en el sector servicios y en la industria, mientras que aumentó en la construcción y la agricultura.

CATALÑA, LAS MAS "CREATIVA"

Por comunidades autónomas, las que registraron una mayor creación de centros de trabajo fueron Cataluña (13.855), Andalucía (13.663), Madrid (13.317), Valencia (12.308), Castilla y León (8.471) y Galicia (7.746).

A continuación figuran Canarias (6.869), Aragón (6.469), el País Vasco (4.405), Asturias (4.293), Castilla y La Mancha (4.023), Murcia (3.610), Extremadura (2.565), Baleares (2.325), Navarra (2.069), La Rioja (1.794), Cantabria (1.496), y Ceuta y Melilla (347).

Respecto al 89, la creación de empresas disminuyó en Baleares, Cataluña, Valencia, Galicia, Madrid, Murcia, Navarra y La Rioja, en tanto que aumentó en Andalucía, Aragón, Asturias, Canarias, Castilla La Mancha, Castilla y León, Extremadura, País Vasco, y Ceuta y Melilla.

Los datos del Ministerio de Trabajo no permiten achacar la menor creación de empresas en 1990 a la crisis del Golfo, ya que en la segunda mitad del año pasado se pusieron en marcha más proyectos empresariales que en el mismo periodo el 89.

Concretamente, en el segundo semestre del 90 comenzaron a funcionar 43.390 empresas, por 42.392 en los seis últimos meses del 89. Este dato parece apuntar a que la ralentización en la puesta en marcha de nuevos proyectos empresariales obedece más a las medidas de enfriamiento económico aplicadas por el Gobierno antes del conflicto que a las incertidumbres abiertas por la guerra.