UN ENFRENTAMIENTO ENTRE EL ALCALDE Y EL PRROCO SOBRE EL ENCLAVE DE LAS FIESTAS DE CARNAVAL DIVIDE A UN PUEBLO DE BADAJOZ
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Un enfrentamiento entre el alcalde socialista Antonio Cabanillas y el párroco Fermín Solano sobre el lugar en el que deben celebrarse los actos del carnaval, mantiene a los 4.298 habitantes de Orellana la Vieja (Badajoz) en pie de guerra.
El conflicto comenzó el pasado año, pero durante 1993 se acrecentaron cuando el equipo municipal decidió trasladar el escenario de los festejos, que esde la restauración de los carnavales con la democracia, tenían lugar en la Plaza Mayor.
Según el alcalde, el lugar carecía de las condiciones acustícas y de visibilidad necesarias para este tipo de actos y eligió el atrio parroquial y su amplia plaza como nuevo escenario para las diferentes celebraciones.
Hasta 1992 no hubo problemas, pero el año pasado una pareja no identificada ofreció una representación en la que mostraban al cura y su sirvienta en actitudes vergonzosas, lo que provocó la inignación de los feligreses, que pidieron al párroco que el próximo año no se celebraran los festejos en el atrio.
Tras conseguir el respaldo del obispo de Plasencia, monseñor Martínez Areces, el párroco de Orellana se entrevistó con la concejala de festejos, María del Carmen Jiménez, para que los actos no se llevaran a cabo en el atrio en 1993.
Sin embargo el ayuntamiento decidió continuar utilizando el atrio para los festejos de carnaval y el equipo de gobierno llevó el asunto al pleno municipalel pasado mes de enero sometiéndolo a una moción de censura. La decisión fue aprobada con el voto en contra del grupo independiente.
El párroco llevó el conflicto a las homilías y acusó al alcalde de actuar contra la junta parroquial "porque piensa que en las pasadas elecciones tomó posturas en su contra, lo que supuso que el PSOE perdiera un concejal en beneficio de los independientes".
(SERVIMEDIA)
20 Feb 1993
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