Así se reconoce en una sntencia dictada el pasado día 29 de noviembre por el juzgado de lo social número 21 de los de Madrid, a la que tuvo acceso Servimedia.

La sentencia falla a favor de una mujer afectada por una demencia precoz tipo Alzheimer, que demandó el 1 de diciembre de 1989 a la Seguridad Social, por no reconocerle el derecho a percibir una pensión por gran invalidez, cuya cuantía es del 150 por cien de la base reguladora.

La demandante tenía 52 años cuando un informe de la Unidad de Valoración Médica de Incaacidades, realizado en junio de 1979, la declaró aquejada de una incapacidad permanente absoluta, por padecer una demencia senil precoz tipo Alzheimer en grado moderado.

Este tipo de incapacidad da derecho únicamente a una pensión del cien por cien del salario, por lo que la beneficiaria de la misma recurrió, al entender que su situación médica debía ser considerada como gran invalidez.

En sus fundamentos jurídicos, el magistrado explica que la enfermedad de Alzheimer que padece la demandante, dignosticada en en grado moderado en 1985, es una enfermedad del sistema nervioso central progresiva e incurable, que produce un deterioro irreversible de todas las facultades del individuo.

De ello se desprende, según el magistrado, que la demandante necesita por la enfermedad que padece la asistencia de otra persona para realizar los actos más elementales de la vida, tales como vestirse, desplazarse, comer y otros.

Por ello, el magistrado considera que la demandante se encuentra en un estado de icapacidad permanente absoluta de gran invalidez, "por lo que tiene derecho a un incremento del 50 por ciento de la base reguladora de su pensión de incapacidad permanente absoluta desde la fecha del informe de la Unidad Médica de Valoración de Incapacidades".

Según datos de la Asociación Española de Psiquiatría, el 70 por ciento de las cerca de 900.000 personas con trastornos mentales que son tratadas actualmente en el país sufre la denominada enfermedad de Alzheimer.