El objetivo de esta materia sería prevenir conductas de riesgo entre los menores, especialmente los adolescentes, ante fenómenos en auge en la sociedad actual, como el "macrobotellón", el consumo de drogas o enfermedades como la anorexia y la bulimia.

A juicio de Satse, "situaciones como éstas, tan comunes en la sociedad actual, demuestran el desconocimiento que hay entre nuestros jóvenes de los perjuicios que ciertos hábitos y conductas causan en su salud".

El sindicato considera que la presencia de un profesional de enfermería en los centros escolares también permitiría hacer un seguimiento de las patologías específicas de los menores y atender incidentes que pudieran producirse durante la estancia de los escolares en el centro educativo, como en el caso de las caídas.