La eólica, la más importante de las energías renovables, aportó en su máximo momento de producción a la red eléctrica el equivalente a la producción a plena carga de más de seis veces el grupo nuclear de Asco I (de poco más de 1.000 MW) y muy por encima de aportaciones como la central nuclear de Santa María de Garoña (Burgos), con una potencia instalada de 466 megawatios.

Esta aportación máxima de energía eólica desmonta, según APPA, "el tópico de que en las puntas invernales su contribución suele ser mínima" y de que esta energía no puede constituirse como una alternativa.