Así lo sostuvo Bogas frente a los analistas en la presentación de los resultados de la compañía, donde señaló que el beneficio del trimestre contabiliza un impacto fiscal de 300 millones por el impuesto extraordinario a las energéticas y tasas municipales y otro de 150 millones por los bajos precios de la electricidad.

A este respecto, indicó que la carga fiscal no se repetirá en próximos trimestres y que la previsión de la compañía es que el precio de la electricidad se normalice a lo largo del año.

En concreto, en este primer trimestre, se produjo una reducción del 53% en el precio promedio de la electricidad en el pool, hasta los 45 euros por megavatio hora (MWh), incluyendo precios negativos por primera vez en la historia a partir del mes de abril. Los futuros y los modelos de la compañía apuntan a un precio medio de 60 euros por MWh en el medio y largo plazo.

“Estamos muy cómodos para conseguir los objetivos”, afirmó Bogas, quien reiteró su demanda de que el Gobierno apruebe con urgencia una nueva regulación de las inversiones en las redes de distribución.

En esta línea, advirtió de que “no tiene sentido” que la tasa de retribución ronde el 6% con una inflación del 3%, así como que exista un límite de inversión en relación con el PIB.

“Es muy importante incentivar la inversión para acabar con el cuello de botella de la red”, añadió Bogas, quien lamentó que “España está perdiendo oportunidades y demanda” por no reformar este asunto.