El ejemplar fue encontrado por Eugenio González, que salió al campo a buscar tomillo, encontrándose esta seta descomunal. "De setas no entiendo, pero la cogí porque me llamó la atención y fuí a un libro para ver de qué clase es", dijo.

Se trata de un 'pleurotus ostreatus', una seta en forma de ostra que suele crecer en los troncos de los árboles. "Se cría en las maderas podrídas. Es una seta común pero no es normal que sea tan grand. Yo he preguntado y nadie conoce ninguna del peso de ésta", afirmó el descubridor del ejemplar.

Al parecer es comestible, incluso se puede criar en alpacas de pajas de trigo con el fin de comercializarla, pero después de tenerla unos días en casa, donde no dejaba de lanzar esporas, "éstas echaban como un humo blanco", razón por la que la familia de Eugenio González la tiró ante la imposibilidad de poder conservarla. "Dicen que es comestible, pero por si acaso no la hemos probado".

Fuentes de la sociación Ecologista Extremeña Adenex han confirmado que el tamaño de esta seta no es usual y que se debe, sobre todo, a las buenas condiciones de humedad y sustrato que ha encontrado para su crecimiento.