Según confirmó a Servimedia el concejal de Seguridad Ciudadana del Ayuntamiento de Mérida, Primitivo Muñoz, fue él mismo quien ordenó arrojar estos documentos confienciales a la basura, porque se disponía a cambiar de despacho y no deseaba acumular papeles.

La documentación hallada en el contenedor incluye informes sobre custodia de menores, niños intoxicados por inhalación de pegamento y traslados al psiquiátrico, todos ellos con los nombres y apellidos de los afectados.

Asimismo, uno de los informes contiene una acusación de la Policía de Mérida a la Policía Nacional por "falta de ética y profesionalidad", al no haber iniciado las diligencias oportunas y aber hecho desaparecer las huellas de dos pistolas encontradas el pasado año por los agentes emeritenses.