Fuentes de Hacienda cifran la estafa en unos 1.500 millones, mientras que otras fuentes de la investigación consideran que el fraude podría oscilar entre6.000 y 10.000 millones.

Bertrán de Caralt, que acudió hoy a declarar "con la conciencia tranquila" y una bolsa llena ropa por si el juez dictaba prisión contra él, fue inculpado el pasado jueves por el ex director general de Banesto en Cataluña, Josep Maria Xercavins, quien dijo que el empresario conocía la existencia de dinero oculto en cuentas bancarias abiertas con DNI falsos.

Xercavins, que fue también consejero delegado del Banc Català de Crèdit, quedó en libertad provisional después de decarar. La única persona que hasta ahora permanecía en prisión tras descubrirse la supuesta estafa es un empleado de Bertrán de Caralt, Timoteo Ramírez. Este aseguró que el fraude se realizó con dinero del grupo de empresas del industrial catalán.

Bertrán de Caralt ya había declarado ante el magistrado durante la instrucción de la causa y quedó en libertad provisional el pasado 27 de marzo.