Según informó Enaire, el objetivo de este dispositivo es garantizar la eficiencia y seguridad de los vuelos de los Estados participantes, de emergencias o contingencias en coordinación con todo el tráfico aéreo habitual de esos días.

Los vuelos que más afectados resultarán por este dispositivo especial son los de drones, que estarán restringidos en las áreas de las inmediaciones a los espacios donde se celebren reuniones o actividades de la cumbre.

La cumbre reunirá a unas 40 delegaciones y más de 100 aeronaves relacionadas con este evento que volarán por el espacio aéreo español. Para la gestión de estos vuelos, los controladores aéreos del Centro de Control de Madrid y de la Torre de Control del Aeropuerto Adolfo Suárez Madrid-Barajas están en coordinación con los controladores militares y la Base Aérea de Torrejón.

En la elaboración del dispositivo especial han participado la Agencia Estatal de Seguridad Aérea (Aesa), la Dirección General de Aviación Civil, Aena, Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado (Policía Nacional y Guardia Civil) y las Fuerzas Armadas.