Eso supone un aumento del 12,6% respecto a las indemnizaciones judiciales fijadas por las magistraturas de lo laboral en 2000, si bien se trata de una cantidad muy alejada de los niveles alcanzados durante la crisis de 1993 y 1994, cuando superaron los 110.000 millones de pesetas.

Casi la mitad de las indemnizaciones judiciales fijadas en favor de los trabajadores lo fueron en casos d despido, en concreto 204,50 millones de euros.

Otros 211,7 millones de euros correspondieron a todos los demás pleitos laborales por conflictos individuales entre trabajadores y empresas, y otros 15,92 millones a casos de incumplimiento de las obligaciones de Seguridad Social con los empleados por parte del empresario.

El Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales advierte de que todas estas cifras deben de tomarse como una estimación de mínimos, "ya que en un número importante de cuestionarios esadísticos no figuran consignados los correspondientes importes".