En muchos casos, los platos más sanos como las verduras, pescados y ensaladas también son más baratos que los menos saludables, como las hamburguesas, un incentivo económico que está animando a muchos trabajadores a decantarse por una dieta más sana.

También hay empresas que han creado sus propios huertos en los que cultivan frutas y verduras, que luego ofrecen de manera gratuita a sus trabajadores. Para evitar las tentaciones, en algunas compañías incluso han suprimido las máquinas expendedoras de golosinas y comida basura.

Sin embargo, las normativas estrictas como la prohibición de traer pasteles en cumpleaños y celebraciones, o de obligar al personal a realizar ejercicios de gimnasia varias veces a lo largo de su jornada laboral no gustan a todos los trabajadores.

Con estas medidas las empresas también pretenden reducir el coste en seguros médicos y bajas laborales relacionadas con la obesidad, que durante el año 2005 ascendió a 12.700 millones de dólares en Estados Unidos, según datos de la Organización Internacional del Trabajo.