LAS EMPRESAS SE GASTAN 92.600 PESETAS AL AÑO EN CADA TRABAJADOR PARA FORMACION PROFESIONAL
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Las grandes empresas se gastan anualmente una media de 92.600 pesetas por trabajador en cursos de formación profesional, según una encuesta realizada por la Dirección General de Política Económica entre compañías de más de 200 empleados.
Los resultados de la encuesta, publicados en el informe de la citada dirección general sobre La negociación colectiva en las grandes empresas en 1990", indican que el gasto empresarial en formación representa el 1 por cien de la masa salarial.
El sector que menos gasta en esta materia es el de instituciones financieras y de seguros, con 58.800 pesetas anuales por trabajador, y el que más el de las industrias de la energía, con 148.300. Asimismo, las empresas públicas gastan más que las privadas, 101.900 frente a 83.600 pesetas.
Sólo el 39,1 por ciento de los trabajadores participaron en990 en cursos de formación profesional, proporción que se situó en el 7,9 por cien en el sector agrícola, el 29 por cien en la industria, el 14,8 por cien en la construcción y el 52,2 por cien en los servicios.
La duración media de los cursos de formación aumentó algo más de una hora en 1990, hasta alcanzar las 52 horas por trabajador. Los cursos de mayor duración correspondieron a las empresas de energía y agua, comercio y hostelería, y otras industrias manufactureras.
Las empresas extranjeras istaladas en España no son un ejemplo a seguir, ya que las compañías privadas nacionales dedican más horas que las foráneas a mejorar la formación de sus trabajadores, 56,2 frente a 45,2 horas.
FACTOR ESTRATEGICO
En su comentario a los resultados de la encuesta, los expertos de la Dirección de Política Económica resaltan el reducido número de empresas agrarias que desarrollan cursos de formación (sólo una de cada cuatro).
A su juicio, es "un contrapunto claramente negativo para una actividad quetodavía significa mucho para la economía española, especialmente en su vertiente comercializadora o de primera transformación".
Una crítica similar dirigen a las empresas constructoras, de las que sólo un 43,8 por cien hicieron cursos formativos en 1990, idéntica cifra a la del ejercicio precedente.
"Este hecho no deja de sorprender -señalan- en un sector caracterizado por su gran dinamismo en los últimos años y que está soportando fuertes presiones salariales, en gran medida ocasionadas por la ecasez de efectivos debidamente capacitados para el desarrollo de ciertas tareas".
La conclusión a la que llegan es que las empresas españolas no han asumido "la importancia estratégica de la formación profesional en relación con los proyectos de integración económica y con la propia dinámica de crecimiento de la producción en un entorno en el que las transformaciones".
Asimismo, el hecho de que el número de empresas que realizaron algún tipo de actividad formativa disminuyese del 65,4 al 64,2 porcien entre 1989 y 1990 indica, en su opinión, que la ralentización económica ha provocado un efecto negativo en los programas de instrucción profesional.
(SERVIMEDIA)
25 Ene 1992
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