Empresas familiares

Las empresas familiares critican que las declaraciones de algunos miembros del Gobierno no contribuyen a crear un “clima de proyecto común”

- -Su presidente afirma que no son “enemigos de nadie”

MADRID
SERVIMEDIA

El presidente del Instituto de la Empresa Familiar (IEF), Andrés Sendagorta, subrayó este miércoles que su deseo es que “todos cuantos formen parte” de sus proyectos “se beneficien” de la prosperidad de estas empresas, algo para lo que se debe “recuperar un clima de aventura compartida” y de “proyecto común”, y criticó que “afirmaciones recientes” de “algunos miembros” del Gobierno “no van precisamente en ese sentido”.

Así lo indicó durante el discurso de clausura de la Asamblea del Instituto de la Empresa Familiar, en el que reclamó que políticos, empresarios y sociedad civil sean “unánimes” en el empeño de “hacer posible el crecimiento, el progreso y la continuidad” de las empresas familiares “como muestra y expresión del progreso, la vertebración y la prosperidad nacional”.

“No pedimos favores, ni queremos privilegios”, subrayó el presidente del IEF, quien reclamó “sólo que se les “escuche”, se les tenga “en cuenta” y se les permita “competir en el mundo, sin lastres ni desventajas”.

Sendagorta subrayó que se viven “días de mucho ruido de fondo” que “polariza y crea enfrentamientos estériles” y que se suma al que es “habitual” en períodos preelectorales. “Los empresarios familiares no somos el enemigo de nadie y somos muy conscientes del papel esencial que nos corresponde en nuestro modelo de sociedad”, señaló.

Aseguró que su contribución a la mejora de los problemas “se basa más en el trabajo, la reflexión y el empeño en construir un futuro mejor para todos” y menos en “discusiones que en el mejor de los casos nos distraen de la actividad” en momentos de “cambios trepidantes y grandes oportunidades”. Además, subrayó la “curiosa paradoja” de que esto coincida con un retroceso “en prosperidad, indicadores de bienestar social y en convergencia de rentas con Europa”.

Por otro lado, señaló que el desempleo es un “problema central” que marca “no sólo nuestra economía, sino también muchos de los problemas de nuestra sociedad”, ya que es “fuente de desigualdades y de faltas de expectativas de muchos españoles”, algo que merece una “reflexión profunda”.

El presidente del IEF subrayó la necesidad de “recuperar la noción del trabajo como eje dignificador de la persona y de nuestra vida en sociedad” ya que la libertad y la dignidad de las personas “van íntimamente ligadas” a la “capacidad de contribuir al bienestar social” con el trabajo.

“Si renunciamos a ese vínculo entre individuo y sociedad basado en el esfuerzo y en el trabajo, nos abocamos a escenarios lejanos del modelo de sociedad que nos hemos dado”, señaló.

MANO DE OBRA

Asimismo, destacó la “constatación aparentemente contradictoria” de que, con las cifras de desempleo más altas de Europa, las empresas familiares tengan “dificultades extraordinarias” para cubrir necesidades de personal “en todo el abanico de la cadena productiva”.

Quiso dejar claro que “no se trata sólo de la dificultad de encontrar ingenieros aeroespaciales” sino que “no hay un solo sector de actividad que no se vea afectado por este problema”, que también se deja notar en “todos los niveles de cualificación”.

Para Sendagorta, la combinación de esta cuestión con un índice de natalidad “demoledor” lleva a la conclusión de que el problema “ha llegado ara quedarse”, algo que le preocupa porque las empresas “necesitan el mejor talento”, porque los jóvenes “están privados de la oportunidad y de la ilusión de una carrera profesional estimulante y plena” y, en tercer lugar, por la necesidad de las empresas familiares de hacer de su condición “algo atractivo en sí mismo”.

El presidente del IEF reclamó una “reflexión serena y profunda” continuada con una “acción decidida” para corregir “nuestro ya endémicamente deficiente sistema educativo”. Subrayó que es “necesario y urgente un gran consenso político y social” para fomentar y mejorar la formación dual y la formación profesional.

En la parte positiva, señaló que la principal ventaja competitiva de España y de los países del entorno debe ser “la capacidad y el talento de nuestra gente” y subrayó la necesidad de prestar atención a “remunerar adecuadamente” a los trabajadores “manteniendo al mismo tiempo la competitividad de las empresas”. “Cualquier solución pasa por aceptar una premisa esencial. Nuestras empresas, para continuar, necesitan ser viables y competitivas”, apuntó.

Por último, dijo que las empresas familiares deben ser “vigilantes” y fomentar “por pura coherencia” y “de forma concreta” entornos en los que se contemple “la conciliación entre el trabajo y la vida familiar”. Sendagorta aseveró que esta cuestión debería ser una de las “aportaciones diferenciales” respecto a otras empresas y una “muestra de una sostenibilidad coherente y bien entendida”.

(SERVIMEDIA)
10 Mayo 2023
DMM/JMS/gja