Ambas asociaciones mantienen que la regulación de las líneas "903", mucas de ellas de contenido erótico, acometida en España en 1993 para limitar el acceso a las mismas, provocó que la demanda se desviara hacia las líneas internacionales que prestan el mismo servicio.

Las empresas proponen una nueva regulación que establezca la desconexión voluntaria, y no la conexión voluntaria como ocurre ahora, del prefijo "903", y una distinción clara entre los servicios que prestarán los "903" y los "906", dedicando los primeros a líneas eróticas y tertulias abiertas, y dejándolos sjetos a un horario especial de ocho de la tarde a ocho de la mañana.

Para la patronal, este sistema permitiría controlar la totalidad de los servicios desde dentro de España y evitaría que terceros países se beneficiaran de la demanda que plantean los usuarios españoles.

Según Aespa y Apa, las empresas que explotan líneas eróticas internacionales, a las que se accede a través del prefijo "07", facturaron en España el año pasado 15.000 millones de pesetas.

Mientras que en 1992 las empresas esañolas del sector 903 facturaron 14.000 millones de pesetas y las líneas internacionales que prestan el mismo servicio a través del prefijo "07" sólo 300 millones, en 1993 las primeras redujeron la facturación a 1.000 millones y las segundas la aumentaron a 4.000 y en 1994 las líneas "903" facturaron menos de 10 millones, y las "07" alcanzaron los 15.000.

Para AESPA Y APA las cifras constatan que el perjuicio causado a empresas españolas no ha redundado en un beneficio sobre los usuarios, ya que los cstes de las llamadas a través de las líneas "07" son mucho mayores (según el Ministerio de Obras Públicas, aproximadamente el triple).

Ante esta situación, las patronales del sector han pedido al Mnisterio de Obras Públicas, Transportes y Medio Ambiente (MOPTMA) que acometa una "regulación racional" del mismo.