Esta cantidad es un 25% superior a la de los cinco primeros meses del pasado ejercicio, cuando las empresas pasaron a fijos a un total de 10.824 rabajadores con contratos temporales.

Este importante aumento puede deberse en parte a la reforma laboral, que entró en vigor el pasado día 17 de mayo, aunque únicamente son dos semanas de vigencia ese mes, por lo que el efecto de la reforma podrá verse más claramente en los meses siguientes.

Desde la entrada en vigor de la reforma, la conversión de temporales en fijos es más ventajosa para el empresario, ya que, además de rebajar el coste del despido improcedente para estos trabajadores, la nuev ley sobre incentivos a la contratación establece importantes bonificaciones en las cuotas empresariales a la Seguridad Social para estos casos.

Según los datos de Trabajo, la mayoría de los contratos temporales que pasaron a fijos hasta mayo fueron contratos en prácticas, un total de 6.560, cifra que supone un descenso del 6,1% respecto a los contratos en prácticas que se convirtieron en fijos entre enero y mayo del 96.

Sin embargo, crecieron casi un 150% los contratos temporales de relevo, a timpo parcial y de aprendizaje que se convirtieron en indefinidos, al pasar de 2.747 en los cinco primeros meses de 1996 a 6.853 en el mismo período de este año. Además, también pasaron a indefinidos 136 contratos de formación, un 87% menos que en 1996.

Los datos del ministerio ponen de manifiesto que la cifra de contratos temporales que se convirtieron en fijos tiene muy poco peso sobre el total de contratos registrados hasta mayo. Así, las 13.549 conversiones de temporales en indefinidos sólo represenaron el 0,34% de los 3.936.849 contratos registrados entre enero y mayo.

La mayor parte de los trabajadores con contrato temporal que pasaron a ser indefinidos en los cinco primeros meses del año eran varones, un total de 7.448, frente a 6.101 mujeres.