De acuerdo con Feneval, sin el segundo Plan Renove, que entró ayer en vigor y finaliza el 30 de junio de 1995, las compras de las empresas de alquiler no habrían superado los 12.000 vehículos y sólo habrían supuesto unas inversiones de unos 15.000 millones de pesetas.

Feneval expresó su satisfacción por la medida introducida en el Plan Renove II para las empesas de alquiler de coches, según la cual estas empresas están eximidas del pago del impuesto de matriculación cuando vendan en el mercado de segunda mano los coches con los que hayan estado trabajando durante un mínimo de dos años, mientras que antes debían ser 4 años.

Según Feneval, federación que preside José Luis Urrestarazu, sin esta medida las empresas de alquiler de coches no hubieran podido renovar sus parques de automóviles. Asegura que si hubiesen tenido que esperar otros dos años para vende sus actuales vehículos, las compras de nuevos coches hubieran sido inferiores a las 12.000 unidades.

Este hecho, indica la patronal, habría causado un grave quebranto al sector, que habría visto cómo su facturación por ventas a las empresas de alquiler se reduciría durante dos años a una cuarta parte. Feneval recordó que las empresas de alquiler de coches son el principal cliente de la industria de la automoción, al comprar, en conjunto, cerca del 30 por ciento de la producción nacional de turismos. Feneval viene pidiendo esta rebaja de cuatro a dos años del plazo para vender el vehículo sin pagar el impuesto de matriculación desde el año pasado. Según la patronal, sin esta exención impositiva el mercado de segunda mano difícilmente aceptaría los vehículos de las empresas de alquiler.