Por el momento, las empresas gallegas Maderas Redondo y Zumalave han cancelando todos sus contratos con la compañía libanes Hazim (Société Foriestieré Hazim, SFH), en un intento de evitar que la firma libanesa siga destruyendo impunemente sus concesiones y vendiendo su madera en el mercado europeo.

En otros países europeos también se está produciendo la presión de Greenpeace. En Bélgica, el presidente de la Federación de Importadores de Madera Tropical ha comunicado a Hazim que de ser cierta la carta que han recibido de la ONG explicando las irregularidades de la empresa libanesa, cancelará todo contacto con ella.

Elpasado día 27, Xavier Pastor, director ejecutivo de Greenpeace España, y Miguel Angel Soto, responsable de la campaña de bosques de la organización, se reunieron con el ministro de Medio Ambiente, Jaume Matas, y con la directora general de Conservación de la Naturaleza, Inés González Doncel.

Durante la reunión, según Greenpeace, el ministro se comprometió a reunirse con la Asociación Española de Importadores de Madera (AEIM) y mandar un mensaje de apoyo, vía Ministerio de Exteriores, al Gobierno de Cmerún en su intento de frenar la ilegalidad en la gestión forestal. El Gobierno español promoverá también en la Comisión Europea iniciativas para evitar que el mercado europeo acoja madera tropical sin garantías de legalidad.