La sexta edición de RARSERES mostró un año más que "sobran las razones" para poner la ‘S’ de lo social en el centro de la gestión corporativa. Ana Sainz, directora general de Fundación SERES insistió en que una ‘S’ bien integrada es clave para lograr empresas más competitivas y una sociedad más fuerte. Sainz dejó claro que “hay mucho camino recorrido en términos de impacto social en las empresas de este país, aunque el compromiso de las compañías es firme y así lo hemos visto en estos 15 años desde que nació Fundación SERES”.

Sainz señaló también que esta transformación exige “compromiso, medir, comunicar y expresar mejor el propósito” y para lo que SERES ha creado el Mapa SERES de Huella Social para que las empresas puedan conocer de antemano y medir el impacto social de sus actuaciones sobre empleados, clientes, proveedores y comunidades. “Sería una gran pérdida de oportunidad no centrarse en lo más importante, que es usar los indicadores como verdaderas herramientas de cambio, como indicadores estratégicos para transformarnos y transformar”, indicó.

Durante la jornada se abordaron asuntos tcomo la transición justa, el propósito, la gestión de los derechos humanos, el liderazgo responsable, la tecnología con impacto en las personas, la nueva longevidad o el papel social de la banca.

La jornada comenzó con un diálogo entre Ignacio Madridejos, consejero delegado de Ferrovial, y Fernando Ruiz, presidente de Fundación SERES, Madridejos destacó que “en Ferrovial, dedicamos cada día a diseñar, construir y operar infraestructuras que mejoran la calidad de vida de todos los ciudadanos y que sirven a comunidades y colectivos vulnerables. Este propósito lo hacemos realidad a través de nuestra actividad y de la acción social de la compañía, que se enfoca en garantizar que dichos colectivos tengan acceso a infraestructuras tan básicas como el agua potable, el saneamiento o los comedores sociales. También para Ferrovial, medir nuestro impacto social es muy importante. Por eso, hemos querido formar parte de los pilotos RSC3 y Mapa SERES de Huella Social, que han resultado ser muy útiles para medir la contribución social dentro de nuestra estrategia de negocio”.

Sobre la importancia de abordar una transición justa con foco en las personas dialogaron Concha Iglesias, socia líder de Cambio Climático y Sostenibilidad de Deloitte España, y Clara Rey, directora de Sostenibilidad de Repsol. La transición energética se ha convertido en una oportunidad para las empresas del sector que en los últimos años han dado un giro en su modelo de negocio para potenciar su impacto social positivo en el entorno, sobre todo teniendo en cuenta su fuerte vinculación con el territorio.

“Para Repsol, la transición energética sólo será posible si incluye los principios de sostenibilidad, seguridad de suministro y competitividad. Se necesitan soluciones que minimicen el impacto social y económico en los clientes, los empleados, las comunidades en las que operamos, la cadena de valor y la sociedad en general", señaló Clara Rey.

Por su parte, Concha Iglesias ha afirmado que “la transición energética, la automatización y la digitalización serán los cambios más destacados en el entorno laboral en el corto plazo. Estamos inmersos en un cambio de paradigma social y económico y el debate sobre la equidad social y económica está en el centro de las conversaciones. Todo ello requiere una transformación cultural, en la que el propósito guíe la estrategia de las compañías y la toma de decisiones”.

Alejandro Oñoro, consejero delegado de ILUNION, expuso las ventajas de integrar el compromiso social dentro de la estrategia de la empresa. “Los 10 años de ILUNION consolidan un modelo empresarial singular que demuestran que otra manera de hacer empresa es posible. Nuestro propósito es construir un mundo mejor con todos incluidos. Es nuestra motivación, objetivo y, al mismo tiempo, nuestro legado a la sociedad”, señaló Oñoro, que dejó claro que es posible crear oportunidades de vida a través del equilibrio entre la rentabilidad económica y social.

María Ángeles Durán, catedrática de Sociología, explicó que “la nueva gran clase social del siglo XXI es el cuidatoriado. Compuesta en gran parte por mujeres e inmigrantes, son los que cuidan, con remuneración o sin ella”.

Por su parte, Marta Aisa, directora de Banca Responsable de Santander España, expuso que “la banca es motor del progreso económico y social en un país. El acceso a la financiación permite el progreso, ayuda a reducir desigualdades y crea nuevas oportunidades. Sólo en 2023, la intermediación crediticia de Banco Santander en España contribuyó a generar más de 58.000 millones de euros de PIB y sostener un millón de empleos en 2023”.