Durante su comparecencia ante la Comisión de Presupestos del Senado, Granado atribuyó este equilibrio al "correcto" funcionamiento del proceso de regularización de inmigrantes impulsado por el departamento que dirige Jesús Caldera, que ha permitido reducir "una parte importante" de la economía sumergida.

Pese a no adelantar el dato, Granado se mostró convencido de que ambas tasas de crecimiento del empleo estarán "en la misma línea". Este dato encaja con el hecho de que más de la mitad del empleo que se crea es ocupado por extranjeros.

"El incremento global de los nuevos puestos de trabajo para extranjeros no comunitarios se parecerá mucho al de los trabajadores nacionales", insistió Granado.

Por otra parte, preguntado sobre la posibilidad de que la Seguridad Social emplease el actual superávit (que cerrará el ejercicio 2006 en 11.900 millones de euros, el 1,2% del PIB) para hacer frente al pago de su deuda histórica, Granado descartó esta opción.

El sistema de protección social arrastra una deuda histórica con el Estado superior a los 26.000 millones de euros, puesto que antes la Seguridad Social tenía que financiar todos los instrumentos, como la protección del sistema contributivo, así como la parte asistencial sanitaria y universal.

"Se ha planteado esta pregunta a sucesivos gobiernos y todos han respondido que no tendrían fondos para pagar esa deuda. Creemos que estas deudas de la Seguridad Social deberían solventarse con una aportación adicional del Estado", puntualizó.

Finalmente, Granado anunció que la Seguridad Social cerrará el año 2006 con un gasto por incapacidad temporal de los trabajadores un 5,4% por debajo de la previsión presupuestaria inicial.