La serie histórica del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, analizada por Servimedia, indica que para encontrar una semana con mayor disminución de agua embalsada hay que remontarse a comienzos de agosto de 2020, cuando se registró una caída de 1.000 hm3 en siete días.

La reserva nacional de agua embalsada se sitúa este martes en el 55,4% de la capacidad total, que, no obstante, es la más alta para esta época del año desde 2018, a pesar de la sequía que experimentan algunas zonas.

Las precipitaciones de los últimos siete días afectaron a la vertiente atlántica y fueron más escasas en la mediterránea, con el valor máximo en Lugo, donde se recogieron 27,2 litros por metro cuadrado.

La reserva hídrica nacional en esta 32ª semana del año fue más alta en 2018 (63,4%), pero más baja en 2019 (49,4%), 2020 (55,0%), 2021 (47,0%), 2022 (39,2%) y 2023 (41,1%).

Además, es un 3,6% superior a la media del último decenio y mantiene el superávit alcanzado tras la pasada Semana Santa por primera vez desde mediados de diciembre de 2018. El déficit llegó a ser de un 36,1% menos de lo habitual a mediados de octubre de 2022.

CUENCA A CUENCA

Los niveles más altos de agua en la actualidad corresponden a las cuencas internas del País Vasco (90,5%), el Cantábrico Occidental (86,9%); Tinto, Odiel y Piedras (82,1%); el Cantábrico Oriental (80,8%), el Miño-Sil (80,6%), el Duero (76,3%), el Tajo (65,7%), Galicia Costa (66,2%) y el Ebro (61,8%).

Por debajo del 50% están el Júcar (45,7%), el Guadiana (43,5%), el Guadalquivir (36,9%), las cuencas internas de Cataluña (34,3%), la cuenca mediterránea andaluza (27,6%), el Guadalete-Barbate (24,4%) y el Segura (19,8%).