La ausencia de nevadas importantes durante los últimos meses, y fundamentalmente la escasez de lluvias, son las principales causas de esta reducción, ya que durante el pasado mes de enero no llovió ni un sólo día en la región.

Esta menor cantidad de agua embalsada, que desde el pasado 21 de enero se ha reducido en 5 millones de metros cúbicos, no pone en peligro el suministro de agua a los hogares madrileños aunque hace preciso una mayor racionalización del consumo.

Según datos facilitados por el Canal de Isabel II, durante 1990 el consumo de agua anual fue de 561 hectómetros cúbicos, por lo que el volumen almacenado en la actualidad no podría abastecer a la Comunidad durante un año.

Además, en 20 años, desde 1970 hasta 1990, el consumo de agua en la región aumentó en 168 hectómetros cúbicos, debido, principalmente, a una mejora de la calidad de vida de los madrileños, que, cada vez en mayor número,poseen una segunda vivienda con jardín, para cuyo riego son necesarios 10 litros por metro cuadrado.

Otro de los factores que aumentaron la demanda de agua en los últimos años son el incremento en la construcción de piscinas, así como la expansión de determinados sistemas de aire acondicionado, que necesitan el líquido elemento para su funcionamiento.

En conjunto, los 12 pantanos de Madrid cuentan con una capacidad máxima de 920 hectómetros cúbicos. De ellos, la presa de El Atazar es la que puedealmacenar una mayor cantidad de agua, con un total de 425 hectómetros cúbicos, aunque en la actualidad sólo tiene unos 227 hectómetros.

La situación del resto de los embalses es la siguiente: Pinilla, 32,60 hectómetros cúbicos; Riosequillo, 45,21; Puentes Viejas, 5,88; El Villar, O,05; El Vado, 8,67; Pedrezuela, 3,69; Navacerrada, 2,16; Santillana, 54,31; Navalmedio, 0,45; La Jarosa, 1,97; y Valmayor, 37,03 hectómetros cúbicos.